Concentración ¿QUÉ SALIDA NOS QUEDA? POR EL DERECHO A VIVIR DIGNAMENTE.


 
Esta mañana 28 de Abril, un grupo de personas de varios colectivos sociales ocupábamos la sede de la Consejería de Bienestar Social y Vivienda y nos concentrábamos delante de su puerta, para denunciar el silencio administrativo al que se está sometiendo a las más de 600 alegaciones presentadas "Por el derecho a Vivir Dignamente" el pasado 20 de Febrero.

La ocupación venía motivada por la necesidad de conocer cuál es la respuesta, afirmativa o negativa de la Consejería y conocer qué salidas nos quedan, a las personas que carecemos de recursos económicos y estamos en una situación de precariedad y exclusión social.

Como en estos meses, la respuesta fue de nuevo el silencio y el negarse a recibirnos para darnos contestación.

Después de la acción de hoy, entendemos el mensaje de la Administración del Gobierno Asturiano que prefiere recibir en sus oficinas a los directores de bancos y Cajas, antes que a vecinos y vecinas de su Comunidad Autónoma.

Con este silencio toma parte en el laberinto de la exclusión social y en la gestión de la miseria olvidándose de ser una herramienta para luchar contra la exclusión social y el empobrecimiento de las 180.000 personas que a día de hoy vivimos por debajo del umbral de la pobreza en Asturies.

Con este silencio, ¿Qué salida nos queda? ¿Cómo podemos garantizar una vida digna para todas las personas?

Las más de 600 alegaciones presentadas exigían este Plan de medidas urgentes:

1.- Gratuidad en el trasporte público de los municipios y el CTA para las personas que no tengan ingresos por encima del umbral de la pobreza.

2.- Gratuidad en los suministros básicos, agua, luz, gas, para las personas que no tengan ingreso por encima del umbral de la pobreza.
3.- Garantizar la alimentación básica de todas las personas bajo el umbral de la pobreza, facilitando el acceso a los alimentos suficientes de manera directa.
4.- La Renta Básica de la iguales para todas las personas comenzando por las 44.000 personas desempleadas que están sin ningún ingreso económico.

¡YA ESTÁ BIEN!! Estamos hartas de miseria, de explotación, de saber que cuando pasen los ajustes estructurales las que vamos a seguir en el laberinto somos nosotras.

NUESTRA DIGNIDAD POR ENCIMA DE VUESTRA CODICIA.
No queremos limosna, queremos justicia social.
Vivir dignamente es un derecho.


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